lunes, 29 de agosto de 2016

Los cambios sociales y culturales que se dieron en las diferentes expresiones artísticas entre 1910 y 1940.


Arte:

A través del Llamado el Renacimiento cultural, México vivió uno de los cambios más significativos

Las imágenes de José Guadalupe Posada (1852-1913), que eran plasmadas en hojas volantes, fueron unos  de los antecedentes del muralismo y la revolución. Eran estampas y grabados que llegaban al pueblo analfabeto para ser disfrutados, por lo cual se convirtieron en un lenguaje ideal para ellos.
Imagen de https://revistaiboga.com

Nacido de la revolución e iniciado en 1910, el muralismo contó con el patrocinio del gobierno triunfante y en especial con el del secretario de Educación de entonces, José de Vasconcelos, quien creía que el arte debía llegar masivamente al pueblo para educarlo y enaltecer la identidad americana. Los artistas fueron contratados para promover los objetivos políticos de la revolución; la creación artística fue acogida como símbolo de la creatividad inherente y de la industria de la nación y, por lo tanto, entendida como representación de los principios de la revolución

  
                                                                                                                             Imagen de http://sipse.com/entretenimiento

Figuras como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros (los tres grandes) se situaron a la vanguardia de este movimiento.
José Guadalupe Posada fue padre del surrealismo y del expresionismo mexicano. Su Calavera catrina (1913), cincografía, aparece reproducida en numerosos libros de arte mexicano y latinoamericano. Esta esfinge fue retomada por  Diego Rivera en algunas de sus obras.
Sin embargo, el muralismo no creció aislado de las tendencias vanguardistas del viejo continente. Diego Rivera pintó en Europa sus primeras obras cubistas, con un colorido ligado al arte popular mexicano. Siqueiros y Orozco tuvieron contacto con el expresionismo, y muchos de sus trabajos se caracterizan por una inherente fuerza expresiva.
Imagen de http://www.biografiasyvidas.com

David Alfaro Siqueiros (1896-1974), en 1919 viajó a Europa, dos años más tarde, conjuntamente con Rivera, lanzó el "Manifiesto a los artistas de América". Al regresar a México, en 1922, participó con Rivera y Orozco en la campaña mural en la Escuela Nacional Preparatoria, promovida por Vasconcelos. Trabajó en la conformación del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores, y publicó el periódico El Machete, con textos que proponían la acción de la mano de la revolución.

Periodismo:


La prensa fue el medio de comunicación decimonónico por excelencia y a través suyo circuló noticias, literatura, nuevas corrientes ideológicas.
A Porfirio Díaz se atribuye el apoyo para la apertura de El Imparcial que fue entonces el periódico más moderno de México. Fundado en 1896 por Rafael Reyes Espíndola, El Imparcial tomó el modelo clásico de los periódicos estadunidenses.
El taller de El Imparcial contó con las primeras rotativas del país, así como los primeros linotipos, excelente infraestructura que le sirvió para publicar las revistas El Mundo y El Mundo Ilustrado, desapareció en 1914.
Después del cierre de El Imparcial, el primero de octubre de 1916 el constitucionalista Félix F. Palavicini funda El Universal y el 18 de marzo de 1917 Rafael Alducín hace lo propio con Excélsior, El Informador, 5 de Octubre de 1917 por Jesús Álvarez del Castillo junto con sus socios Ramón Castañeda y Eugenio Pinzón, El Porvenir, 31 de Enero de 1919

                                                                                                                                   Imagen de http://museodelaprensa.org.mx/

Literarura:


Cuando termina el conflicto civil, el tema de la Revolución apareció como tema en novelas, cuentos y obras teatrales en las plumas de Mariano Azuela o Rodolfo Usigli. Esta tendencia sería antecedente del florecimiento de una literatura nacionalista, que tomó cuerpo en la obra de escritores como Rosario Castellanos o Juan Rulfo.
También aparece en escena una literatura de corte indigenista, que pretende retratar el pensamiento y la vida de los pueblos indígenas de México, aunque irónicamente, ninguno de los autores fuera indígena. Entre ellos hay que señalar a Miguel Ángel Menéndez Reyes, a Ricardo Pozas y a Francisco Rojas González.
Otro movimiento literario del país lo constituyó el grupo de Los Contemporáneos en la década de los años 30, que agrupaba a figuras como el periodista Salvador Novo y los poetas Xavier Villaurrutia y José Gorostiza.

Corridos:

En México, aparecerá el corrido, que alcanza su plenitud con la gesta revolucionaria, cuando las batallas y heroísmos, fusilamientos y quemazones, eran el pan de cada día.
Todos estos sucesos eran contados con lujo de detalles por verdaderos artistas de la palabra en las plazas, ferias y mercados, acompañados únicamente por su guitarra.
La Mayoría de las anécdotas que  presentan eran independientes entre sí y cada una cuenta con conflictos dramáticos distintos; aunque todos relacionados con la injusticia social que se vivía en el país  en tiempos de la revolución.


La participación de la mujer:

Antes del movimiento revolucionario, el gobierno aprobó el Código Civil Mexicano donde drásticamente se restringían los derechos de las mujeres al hogar. Este documento legislaba las muchas desigualdades sociales, económicas, políticas y religiosas que sufrían las mujeres bajo el régimen de Porfirio Díaz.
Una vez comenzada la Revolución y a la par de los revolucionarios, muchas mujeres tuvieron participación activa al tomar las armas e incorporarse a los grandes contingentes de lucha.

Imagen de www.belelu.com

Son muchas las mujeres que dieron el precedente a las generaciones posteriores en cuanto a tácticas políticas. Dentro de la historia de la revolución están las famosas mujeres llamadas soldaderas (adelitas) mujeres soldados, quienes acompañaban a “sus hombres” al frente de las batallas, y servían de espías, informantes, estrategas, enfermeras y lavanderas, al mismo tiempo que criaban a sus hijos; ellas tenían que procurar los alimentos tanto en su preparación como en su abasto para alimentar así a sus hombres. El estar en esos ambientes les permitió aprender técnicas militares, así como portar armas sin ningún problema, obteniendo con ello experiencias que las colocaron en puestos estratégicos, llegando así a altos grados militares
La presencia de la mujer en la Revolución Mexicana, no sólo se limitó a estar a la sombra del hombre en el campo de batalla, sino que desempeñó funciones importantes como despachadoras de trenes, telegrafistas, enfermeras, farmacéuticas, empleadas de oficina, reporteras, editoras de periódicos, encargadas de negocios y académicas. Al probar sus habilidades y destrezas, las mujeres dieron un giro diferente a su vida y a su papel en una sociedad colapsada por luchas sociales prolongadas y violentas, heredando una vida mejor para las generaciones que conformaron una nueva sociedad mexicana.


Referencias:

Entre tanto Megazine, México: La revolución del arte, 1910-1940, (2013), recuperado de: http://www.entretantomagazine.com/2013/07/09/mexico-la-revolucion-del-arte-1910-1940/
Museo de la Prensa, (2010), recuperado de: http://museodelaprensa.org.mx/index.php

Torres Hernández María Patricia, Ensayos Bicentenarios, IV. La participación social de la mujer (1810-1920),(sf) [archivo PDF], recuperado de: http://www.fca.unam.mx/docs/ensayos_bicentenario/participacion.pdf

Corridos mexicanos y sus orígenes, (Junio 6, 2008), recuperado de: http://www.oem.com.mx/esto/notas/n760313.htm

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